para prevenir la reinfección y salvar el diente natural. Cuando te sometes a una endodoncia, se extrae la pulpa inflamada o infectada, se limpia y desinfecta cuidadosamente, luego se sella. Un dentista general o un especialista conocido como endodoncista puede realizarla.

La pulpa puede inflamarse si está infectada por bacterias, lo que permite que las bacterias se multipliquen y se propaguen. Los síntomas de una infección pulpar incluyen dolor al comer o beber alimentos o sentir el diente flojo.

El dolor de muelas persistente es uno de los signos de que es posible que necesite un tratamiento de conducto. El dolor en el diente puede molestarlo todo el tiempo, o puede desaparecer de vez en cuando pero siempre regresa.

Una infección en la pulpa de su diente puede hacer que su diente se decolore. El traumatismo en el diente o la ruptura del tejido interno pueden dañar las raíces y dar al diente una apariencia grisácea.

La endodoncia deja al diente natural en su lugar y previene más caries. Pero hace que el diente sea frágil. Es por eso que un diente que ha tenido un tratamiento de conducto puede necesitar una corona.

Para prevenir una endodoncia, es importante seguir los mismos hábitos de higiene dental que ayudan a prevenir las caries y otros problemas dentales. Cepíllate los dientes al menos dos veces al día. Usa hilo dental, pasta dental con flúor,

Visita a un dentista para chequeos cada 6 meses. Limpie tus dientes profesionalmente al menos una vez al año. Acude siempre con expertos como lo son: Clínica Dental del Centro.